Aurelio Ajiataz Carrillo, de 30 años de edad, es originario de Zunil, Quetzaltenango se dedica la mayor parte del tiempo a trabajar en el campo, conoce su historia.
¿Cómo empezó su camino como emprendedor?
Aurelio empezó su camino como emprendedor en la granja Santa Cruz, en Zunil, Quetzaltenango junto a sus colegas emprendedores. Esta granja tenía como mercado principal la venta y distribución de huevos a las familias de las comunidades aledañas, tal fue el éxito que llegaron a tener hasta 1000 gallinas ponedoras.
El primer obstáculo
En un momento una organización tuvo como proyecto repartir gallinas ponedoras a familias de las comunidades de Zunil, dejando en problemas a la Granja Santa Cruz, ya que la distribución y venta huevos disminuyeron drásticamente.
Aurelio y sus colegas no se rindieron, "pensaron en nuevas soluciones y como convertir el problema que se les presentaba en una oportunidad".
Así fue como se dieron cuenta de que las madres de familia que recibían las gallinas se quejaban de la ausencia de proveedores del concentrado y de su alto costo que representaba su compra.
¡Y así nació una idea!
Aurelio y sus compañeros, se pusieron manos a la obra.
Ya que contaban con la experiencia y fórmula para hacer el concentrado para las gallinas se dispusieron a fabricarlo y distribuirlo. También decidieron ofrecer la asistencia técnica para mantener las gallinas sanas y fuertes, dando un servicio integral.
Llenando la necesidad de las familias, por el hecho de que ofrecían el concentrado a un precio justo y la cantidad exacta que necesitaban para alimentar a sus gallinas.
Iniciativa e innovación para crecer
La fabricación del concentrado se hacía de una forma manual, por lo cual era un proceso lento y riguroso.
Fue en ese momento en el que Aurelio logró contactar a ADAM ( Asociación de Desarrollo Agrícola y Microempresarial) socio del proyecto ICA (Proyecto Enfoque Integrado de País (ICA) para la promoción del empleo juvenil rural decente), para mejorar y hacer crecer el negocio, ADAM junto a Aurelio evaluaron la situación, y en coordinación lograron alquilar una máquina para moler el maíz.
Como consecuencia, la producción y las ventas aumentaron, y ya podían atender a más familias, de forma más rápida.
Un nuevo proyecto, siempre en acción
Las dificultades como el costo elevado de la materia prima detuvo la producción y venta del concentrado para gallinas ponedoras. Por lo que Aurelio, decidió emprender un nuevo proyecto, esta vez alquilando un terreno para el cultivo de hortalizas.
Mejorar el presente y soñar en el futuro
En el nuevo emprendimiento se cultiva hortalizas, como el ejote, la cebolla y el repollo. Y muy pronto tomate, ya que la instalación de un invernadero está por finalizar.
De cebolla tiene sembradas hasta 4 cuerdas que son casi las 80,000 cebollas. Con estas cantidades se necesitan manos que le apoyen, por lo que tiene a 5 personas contratadas quienes siembran y cosechan este producto.
Aurelio antes solo cultivaba para el mercado local, pero ha logrado expandir su mercado exportando sus productos a El Salvador y Centroamérica.
Pero en estos mercados ha encontrado que los precios suelen ser inestables, por lo que ya está buscando la forma de transformar los productos y darles un valor agregado. Aurelio, como visionario, ve en el futuro próximo la posibilidad transformar las hortalizas como la cebolla en sal de cebolla y el tomate en salsa de tomate.
Aurelio es uno de los beneficiados por el proyecto “Enfoque integrado de país (ICA) para impulsar empleos decentes para las y los jóvenes en el sistema agroalimentario”, implementado por FAO y financiado por la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo, en Guatemala.
El proyecto ICA impulsa actividades conjuntas para empoderar a las y los jóvenes rurales como agentes de desarrollo económico en sus comunidades, especialmente en zonas proclives a la migración, y presta atención especial a la agricultura familiar y al fomento del espíritu empresarial.